ELABORACIÓN DE LA SIDRA

El lagar es el aparato que se utiliza para pisar la manzana, sin embargo acabó dando nombre al local en el que se hace la sidra.
Es en otoño cuando comienza la temporada de sidra, normalmente a principios del mes de octubre, aunque puede variar. La manzana va llegando y en los llagares comienza una actividad frenética.
Los toneles han de lavarse bien por dentro porque las paredes están impregnadas de la sidra que contuvieron anteriormente varios meses. Con la manzana hay que tener mucho cuidado porque si se estropea no sirve para hacer sidra, ya que el proceso de oxidación es rapidísimo.
La manzana se va echando en un recipiente de madera llamado duerno para machacarla con unos mazos que se denominan mayos. Con una pala de madera se van sacando los restos de la manzana ya exprimida (magaya) y se recogen en otro recipiente de madera llamado masera construido con unas vigas. |
Luego se la deja reposar hasta el día siguiente en que se cubre con unas tablas lisas encajadas en unos maderos que llevan otros encima atravesados con los que se realiza la primer prensada dando vuelta a un madero en forma de tornillo (fusa).
A medida que se va pisando la manzana sale el zumo de la manzana (sidra dulce) que se va depositando en el tonel (pipa). Los toneles se miden en pipas. La pipa lleva 450 litros (cincuenta cajas de sidra).
Según se va pisando se quitan los trozos de manzana que van saliendo a través de las tablas para impedir la salida de la sidra dulce. Lo que se retira se reutiliza echándolo dentro otra vez. Esto puede durar seis o siete días. Lo que queda entonces se llama magaya o gurullo.
La sidra se va depositando en la pipa y en el tonel para la fermentación. Desde el principio comienza a salir gas y espuma sucia por la tapa del tonel. Esto dura de cinco a siete meses. A medida que la sidra se va haciendo hay que reponer la cantidad que el tonel pierde por la tapa. Si no se hace esto la sidra detiene su fermentación y se ahoga.
Algo muy normal, sobre todo en los grandes llagares, son los trasiegos, que no es otra cosa que mezclar sidra de distintos toneles para retrasar la crianza y darle una mayor homogeneidad a la fermentación.
Sara y Carmen de 3ºA
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